Higiene Bucodental
¿Sabes cuáles son los errores al cepillarse los dientes que se producen con mayor frecuencia? Elimínalos, ya y para siempre, de tu rutina de cuidado dental.
Lograr una buena higiene bucodental es condición indispensable para prevenir la caries y las enfermedades periodontales, así como para mantener en buen estado los tratamientos odontológicos.
Sin embargo, no es una tarea fácil.
Te desvelamos a continuación 15 errores al lavarse los dientes que deberías evitar para conseguir limpiar tu boca como un experto y ganar en salud.
Errores al cepillarse los dientes
- No utilizar un cepillo de calidad: Antes de comprar tu cepillo de dientes, asegúrate de que cumpla con todos los estándares de calidad europeos.
- Elegir cerdas duras: Escoge un cepillo de cerdas blandas o de dureza media, según el estado de tu boca. No uses cepillos con cerdas duras porque pueden provocar abrasiones en el esmalte y retracción de encías.
- Aplicar demasiada pasta: Hasta los 3 años de edad, la cantidad recomendada es la equivalente a un grano de arroz; de 3 a 6 años, a un guisante; y, a partir de esa edad, a un garbanzo.
- Limpiarse solo una vez al día: Lo ideal es limpiarse después de cada comida, pero, como mínimo, hay que cepillarse dos veces al día con pasta fluorada.
- Cepillarse poco tiempo: El tiempo de cepillado con un cepillo convencional, para eliminar de manera adecuada la placa dental, debe ser 2 minutos aproximadamente.
- Frotarse con demasiada fuerza: Con frecuencia ejercemos excesiva presión sobre dientes y encías por deficiencia en nuestra técnica de cepillado, lo que perjudica los tejidos duros y blandos de la boca.
- No inclinar el cepillo 45 grados: Para remover eficazmente la placa del surco de la encía, el cepillo debe posicionarse con una angulación de 45º.
- No limpiar bien la cara interna de los dientes: Es fundamental limpiar bien todas las caras de los dientes, incluida la cara interna, donde se ha evidenciado la persistencia de placa tras el cepillado, de casi un 37% más que en la zona exterior y oclusal, debido a la poca visibilidad y la dificultad de acceso con los cepillos convencionales.
- Olvidar la limpieza de la lengua: Después del cepillado de los dientes, limpia tu lengua con el cepillo o con un raspador lingual. Las bacterias de la lengua muchas veces son responsables del mal aliento.
- No usar hilo dental: Es importante limpiarse los espacios entre los dientes antes de acostarse con hilo dental o cepillo interdental.
- Enjuagarse la boca tras el cepillado: Cuando termines, no te enjuagues la boca. Basta con escupir. Si llenamos la boca de agua, se diluye el flúor de la pasta y pierde su efectividad.
- No enjuagar el cepillo después de usarlo: Pon bajo un chorro de agua caliente el cepillo después de usarlo para eliminar restos de pasta y comida y minimizar el crecimiento de microorganismos.
- Enfundar el cepillo después de usarlo: Las cerdas de nailon de los cepillos convencionales retienen la humedad y son un nicho ideal de crecimiento de bacterias, hongos y virus. Muchas veces tapamos el cepillo con su funda con la idea de protegerlo de las bacterias fecales y otros microbios que habitan en el ambiente del baño, pero al hacer esto no solo no lo evitamos, sino estamos creando el ambiente perfecto para la proliferación bacteriana.
- No recambiar el cepillo en plazo: Un cepillo deteriorado no limpia correctamente. Los cepillos dentales convencionales deben renovarse cada 2-3 meses debido a la colonización bacteriana y al desgaste que sufren las cerdas de nailon.
- Utilizar un colutorio o un irrigador dental como sustituto del cepillado: Los enjuagues bucales y los irrigadores complementan la higiene, pero nunca pueden sustituir al cepillado.
¿Por qué con Balene no cometerás estos los errores?
- Te garantiza la calidad: Balene es un cepillo de producción cien por cien española con patente mundial y certificado CE.
- Respeta tus dientes y encías: los filamentos del cepillo Balene (Tyflex), de diferentes durezas, evitan la abrasión del esmalte dental y la retracción de las encías.
- Limpia en solo 1 minuto: Al cepillar a la vez todas las caras de los dientes, te permite terminar tu limpieza en la mitad de tiempo que un cepillo convencional, sin afectar negativamente a la eliminación de la placa. Estudios científicos han demostrado que el cepillo manual Balene remueve un 74,4% más placa que un cepillo convencional de nailon en 60 segundos de uso.
- Suple las deficiencias en la técnica de cepillado: no tienes que preocuparte por la fuerza con la que agarras el cepillo ni por su inclinación. Sus filamentos angulados a 45° garantizan una limpieza profunda y efectiva de las encías.
- Te asegura la limpieza efectiva de la cara interna de los dientes: el cepillo Balene está diseñado para adaptarse a la anatomía dental, llegando de manera simultánea a todas las superficies de los dientes, incluida la cara interna de las dos arcadas, eliminando eficazmente la placa bacteriana.
- Te facilita la limpieza de la lengua: trae un raspador lingual incorporado para que no se te olvide.
- Impide la proliferación de bacterias y la contaminación cruzada: los filamentos del cepillo Balene están hechas de un material hidrófobo, lo que quiere decir que no retiene humedad y, por tanto, evita la propagación bacteriana. Están fabricadas a partir de un sistema de inyección en cuyo proceso se combina un elastómero con un aditivo antibacteriano. Este aditivo permanece activo durante toda la vida útil del cepillo (6 meses) y elimina el 99,9% de las bacterias que podrían llegar a habitar en los filamentos del cepillo.
- No tienes que preocuparte por renovarlo hasta los 6 meses: se ha demostrado que los filamentos de Balene tienen mantienen sus propiedades físico-mecánica durante de 6 meses, frente a las 14 semanas de los cepillos con cerdas de nailon convencionales.
Con Balene, la eficacia del cepillado dental no depende de tu conocimiento, tu motivación o tu destreza.
Ya lo sabes, reduce el error humano y optimiza el resultado de tu cepillado con Balene.